Si uno de los objetivos de esta web es dar a conocer el proceso de rehabilitación de una cabaña pasiega, debemos entonces comenzar por el principio, ¿qué son las cabañas pasiegas? Las cabañas pasiegas son construcciones edificadas a lo largo de los siglos para dar cabida al sistema de producción ganadero que los pasiegos crearon basándose en la muda, esto es, una acción de desplazamiento de una cabaña a otra junto con el ganado y los aperos.
De este modo, durante el verano, el ganado era llevado a los pastos frescos en altura, llamados branizas y donde se aprovechaba para recoger la hierba que se almacenaría para el invierno, mientras que durante la época más fría del año, el pastoreo comenzaba su descenso hasta regresar al fondo de los valles, donde pasarían el periodo invernal en las cabañas conocidas como vividoras.

Historia de las cabañas pasiegas
Tranquilos, no nos vamos a enrollar mucho, pero sí vemos necesario poner en contexto de dónde viene la historia de las cabañas para poder entender mejor lo que han influido tanto en la población como en los sistemas de pastos utilizados en Cantabria hasta no hace mucho tiempo.
Tenemos que remontarnos a la Edad Media para encontrar las primeras formas de organización del territorio y que serán las precedentes de lo que después se ha conservado hasta nuestros días.
Las primeras cabañas se construyeron bajo un sistema ganadero de explotación extensivo y comunal y no es hasta los siglos XVI y XVII cuando se produce uno de los cambios más importantes en este sentido, aparecen los primeros cierros o cerradas particulares. Se comienza a consolidar el sistema pasiego de pastoreo que conocemos hoy en día y que da lugar a un paisaje especialmente característico, como el de los Valles Pasiegos.
Este proceso de colonización pasiego se produce de arriba abajo y son los pastores de las altas cumbres los que originan un modelo económico capaz de intensificar el rendimiento del suelo a través del cercado de los prados en forma de anillo y de la privatización del ganado y el campo.

El éxito que tiene este modelo, provoca que se colonice todo el valle y que los pasiegos se expandan por todo el territorio, construyendo cabañas diseminadas por los Valles y conformando una espectacular malla física. Dentro de esta malla, la unidad del territorio es la cabaña con su prado cercado y a pesar de aparecer dispersas en el paisaje, existe cierta agrupación en lo que se conoce como Cabañales.
Este modelo de colonización individualista genera una economía de mercado muy moderna y ágil y gracias a ella se genera una expansión por el territorio, incluso una expansión o crecimiento demográfico.
Las cabañas pasiegas sirvieron como refugio de las familias ganaderas en Cantabria durante cientos de años y han estado fuertemente vinculadas no sólo a dicha actividad sino a todo un modo de vida, hasta el punto de que en apenas tres siglos, los pasiegos se expandieron por todo el territorio, y a día de hoy se puede hablar de más de 10.000 cabañas catalogadas como pasiegas distribuidas a lo largo del paisaje.